Pàgines

diumenge, 29 de juny del 2008

Himne infreqüent




Frecuencias


¿con qué frecuencia pueden los errores
repetir a un hombre?

¿Con qué costumbre el sol
trasnocha de insomnio
o la contaminación ventila las habitaciones de tu casa?

¿Con qué estupor
un ménage a trois te sabe a nada,
la apocalipsis abraza tus días,
y observas como tu cara maldice las cicatrices ajenas?


¿Con qué frecuencia las naciones invaden estados,
los estados conquistan injusticias,
los jueces imparten revoluciones,
la revolución dicta libertades
la libertad derrocha rebeldías,
la rebelión se retransmite fría y por encargo
como la venganza a la envidia?

¿con qué frecuencia el vómito precede a las arcadas
y las arcadas a las muertes del telediario?


¿Con qué facilidad
el sofá se sienta en ese culo,
pudoroso culo gordo,
en el que una parte de mi habita?

¿con qué criterio la cerveza que bebo
elige saciar su sed para invertir en mi barriga
donde se almacena y encurva mi conciencia?

¿con qué frecuencia
tú eres el humo al tabaco,
lo que el destino a tu vida?

¿con qué excusas
he perdido
mi voz en las ganas de gritar,
el amor en la necesidad de amar,
el enemigo en las batallas,
las balas en las recámaras,
la sangre en la indignación
la imaginación en la rabia?

Si el futuro precede al pasado
del que migramos,
y la revolución es cosa de días
y los muertos son cosas de santos
y los días se desanidan volando,
faltaran árboles, sobraran paredes.

Faltaran árboles, sobraran paredes
para que la infamia termine de empezar
después de algún final
(en el que nosotros pongamos la música
y ellos el baile forzado).